domingo, 21 de agosto de 2011

VILLA MORRA (Historia de su creación)

Villa Morra es quizá uno de los barrios con más historia que se pueden documentar de todos los que componen los 70 barrios de Asunción.

El doctor Francisco Morra, a quien se debe su fundación, nació en Cerignola, provincia de Foggia, en la Italia meridional el 27 de mayo de 1841. Cursó sus estudios en la Universidad de Nápoles graduándose en Medicina y Cirugía.

Residente en la Argentina como médico militar durante la guerra contra la triple alianza se estableció en nuestro país al finalizar la contienda. La incansable labor del italiano le hizo ganar un sólido prestigio profesional y social.

Francisco Morra


Pero además de médico, Morra también era un creciente empresario. Al filo de 1880 existía en Asunción una precaria línea de transportes de tracción a sangre que unía el puerto con la estación San Francisco. El doctor Morra adquirió en compra esta empresa y en agosto  de 1884 obtuvo del Congreso Nacional una ley de conseción para para extender dicha línea hasta la Iglesia de la Recoleta y, más tarde, hasta Villa Morra.

La Fundación.
En el transcurso del año 1887 comenzó adquirir, de diversos propietarios, pequeñas fracciones de terreno en el distrito de la Recoleta. Con ellos formó una vasta y unificada superficie que se extendía desde la calle Manorá - hoy General Genes- al norte hasta la calle Cerro Corá en el barrio San Blás al sur; y desde la avenida Sacramento al oeste hasta la calle Laureles - hoy San Martín- al este.

Mandó medir dicha superficie y la dividió en 147 manzanas de a diez mil varas cuadradas cada una, las que, a su vez fueron subdivididas en lotes. Las manzanas se hallaban separadas por calles de 16 varas de ancho (una vara correspondía en ese entonces a unos 83,5 centímetros aproximadamente).
Con esta base física, el 6 de febrero de 1888, quedó fundado un pueblo al que su propio fundador bautizó con el nombre de "Villa Morra".

La flamante población se hallaba en medio de un tupido y milenario bosque a varios kilómetros de la capital, cuyo perímetro lindaba apenas con la actual calle Brasil, y con la cual se comunicaban por la antigua calle Asunción, hoy avenida Mariscal López, por intermedio de los tranvías a mulas.

Con el propósito de atraer veraneantes mandó construir unos baños con ducha y una amplia piscina de natación interna a los que se les denominó "Termas de Caracalla". Por consiguiente muchos extranjeros fueron tentados por la iniciativa y algunos adquirieron quintas y mandaron edificar en los nuevos terrenos. Es quizás la razón por la cual Villa Morra hasta el día de hoy se caracteriza por sus grandes terrenos adornados por cantidad de árboles.

Para facilitar mejores comodidades a los turistas, el doctor Morra mandó construir y fue propietario de un confortable y moderno hotel. Preocupado por dotar a la localidad de un centro de enseñanza gestionó y obtuvo la autorización necesaria para fundar una escuela. En el curso del año 1890 hizo venir de Italia a una treintena de familias de agricultores y artesanos con el fin de poblar Villa Morra. Esta fue el primer desembarco de colonos italianos en nuestro país.

Dotó a la nueva población de almacenes bien surtidos, recreos, panaderías, carpintería, herrería, fábrica de materiales de construcción, etc. A las calles impuso el nombre del establecimiento al cual conducía, a fin de facilitar a los veraneantes todas la comodidades posibles. Así se anotaban en la nomenclatura de las mismas: "De la herrería", "De la panadería", "De los baños", "Del parque", "Del mercado", "De las flores", "De los pocitos", "Del horno", "De las palmeras", "De los confines", "De los azahares", entre otras más.

De todos los nombres originales sólo persiste uno: "De las palmeras" . Todas las demás calles fueron cambiados con el paso de los años.

La calle De las Palmeras aún conserva su nombre original, como lo dice su nombre algunas casas conservan grandes palmerales que pueden ser vistas por cualquier paseante.

Villa Morra contaba en la última década del 800 con teléfono particular y un periódico informativo "El Progreso". Mediante su servicio tranviario estimuló la calle Asunción, entonces una gran picada, en donde frondosos árboles se unían de lado a lado y cuya base terrena era de arenales profundos y charcos. De tal forma, colaboró en el ensanche progresivo del perímetro asunceno y en la valoración considerable de las propiedades ubicadas sobre esta arteria, que constituye hoy la avenida Mariscal López.


Video Villa Morra:

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